En el artículo anterior conversamos sobre una interesante técnica que nos sirve para alterar la química de nuestro cuerpo y sentirnos más seguros antes de iniciar situaciones de estrés. Ahora hemos decidido compartir como pueden cultivar confianza convirtiéndola en un modo de pensamiento que funcione a largo plazo.

1.- Visualiza tu éxito

La visualización es una herramienta poderosa al momento de plantearse objetivos, es el primer paso que muchos nos saltamos antes de emprender hacia nuestras metas y es por esto que nos perdemos en el camino tan fácil.

Es tan sencillo como preguntarse: ¿Hacia dónde estoy llevando mi vida? Si tienes un norte claro ya superaste la primera etapa.

Cuando tengas definidas tu metas, puedes representarlas de distintas maneras para tenerlas siempre presentes. Por ejemplo, imprime una foto o dibujo de algo que relaciones con tu meta, pégala frente a tu escritorio o ponla de fondo de pantalla de tu celular para que siempre la tengas presente, también puedes escribirlas y leerlas todos día antes de dormir y al levantarte. Además del efecto motivacional, tener siempre presente esa meta u objetivo final, te permitirá organizar tus prioridades y te ayudará a tomar decisiones más fácilmente.   

2.- Reconoce tu habilidad para mejorar

Si crees que tus habilidades y talentos son fijos te invitamos a re-considerarlo. La manera en que te ves a ti mismo determina cómo vas a enfrentar tus retos y fracasos. Si tienes tu mente decidida sobre qué puedes y no puedes hacer, es probable que cuando (porque pasará) te enfrentes a cosas nuevas y falles, te quedes ahí y no lo intentes más.

Si reconoces que tus habilidades pueden crecer y que tus talentos se pueden desarrollar entonces no tendrás límites. Cuando tengas un reto lo tomarás como lo que es, una oportunidad para crecer, sin importar el resultado inicial sabrás que siempre puedes mejorar.

3.- “Practica” el fracaso

Hay que aceptarlo, vas a fallar algunas veces. Y esta bien, todos lo hacemos. Walt Disney fue despedido de su primer trabajo porque “no tenía suficientes ideas e imaginación”, J.K. Rowling fue rechazada 12 veces por grandes editoriales antes de que Harry Potter llegue a ser un éxito. Steve Jobs vio fracasar varias de sus propuestas e incluso fue despedido de su propia empresa antes de alcanzar el éxito con el famoso ipod.

Falla pero trata de nuevo, a esto nos referimos con practicar el fracaso. Es esto lo que te hará crecer, lo que te equipará con más ideas para afrontar tus próximos retos de una manera constructiva, lo que te enseñará a aproximarte a situaciones con distintas estrategias, lo que te enseñará a pedir consejos a las personas correctas. Es lo que aprenderás y que nadie te puede aconsejar previamente porque solo se aprende al vivirlo.

               “Equivócate, pero equivócate cada vez mejor” - Marc Vidal

Estas 3 técnicas integradas te ayudarán a subir tu confianza y a cumplir tus objetivos. Saber hacia dónde te diriges será como tener una brújula hacia tus metas, reconocer tu habilidad para mejorar te ayudará a no estancarte e incluso a redefinir tus objetivos cuando hayas tenido “éxito” y, finalmente, siempre ten en mente que el fracaso será el maestro más sabio que encuentres.